Germán Zuloaga - Fundación Zuloaga

Germán Zuloaga Boneta

Quién fué Germán Zuloaga Boneta

Fue el tercero de los hijos que Eusebio Zuloaga González -arcabucero de Su Majestad y director de la Real Armería – tuvo con Ramona Boneta Zuloaga –técnico en galvanoplastia. Germán nació en Madrid el 28 de mayo de 1855. Como su hermanastro Plácido y sus hermanos Guillermo y Daniel , además de recibir su instrucción elemental en la escuela, Germán fue instruido en materia de dibujo desde muy niño por su padre. Pues el dibujo era practicado con gran intensidad por toda la familia. A la edad de once años ya recibía clases de pintura de su cuñado, el pintor Ignacio Suárez Llanos. Y, como el resto de sus hermanos, participó en los trabajos de dibujo, damasquinado y galvanoplastia que se realizaban en el taller familiar de la Travesía del Conde Duque de Madrid.

Con solo doce años acompañó a su hermano Daniel a estudiar en la escuela de la fábrica de porcelana de Sèvres, donde ya estaba desde hacía dos años su hermano Guillermo. Allí estudió química con Regnault y Salvetat, procedimientos de fabricación con Millet, pintura y decoración con Paul Avis y Renard y dibujo con Peyre. A diferencia de sus hermanos mayores, dedicó algún tiempo a estudiar escultura con Forgeot, motivo por el que en un futuro se le llegó a calificar de ‘escultor’. De carácter extrovertido, y al ser el más niño de los aprendices, fue muy popular entre el personal, conociéndosele como le petit espagnol.

Al igual que sus hermanos, la ocupación prusiana de Francia provocó que Germán regresase a Madrid. En su ciudad natal continuó con su formación, realizando estudios en la Escuela de Bellas Artes, realizando copias de piezas del Palacio Real y colaborando en el taller familiar.

Al igual que su padre, Germán viajó extensamente para aprender, visitando talleres, museos y palacios de Italia, Francia, Alemania y Austria-Hungría.

Como consecuencia de la vinculación de Eusebio Zuloaga con el jovencísimo Alfonso XII el 13 de julio de 1877 la Gaceta de Madrid publica la concesión de una instalaciones abandonadas y de dos hectáreas de terreno en la Moncloa para que los tres jóvenes Zuloaga monten una escuela de artes cerámicas y una fábrica de lozas finas. Germán Zuloaga trabajó en dicha instalación solo a tiempo parcial; pues continuó colaborando con su padre, al que representó en la Exposición Universal de París de 1878. Pero la fábrica no acababa de funcionar; por ello en 1881 los tres hermanos aportan sus activos a una nueva sociedad en la que participan el conde Morphy (secretario del rey), el ministro de Instrucción Pública, el director del Museo Arqueológico Nacional y el académico anticuario de la Academia de la Historia. A pesar de tan importante apoyo, la empresa continuamente estuvo en dificultades. En 1885 Guillermo deja la dirección y se habla de que Germán le suceda al frente de la Fábrica, pero en 1886 los Zuloaga ya no están vinculados a la gestión de la fábrica.

A pesar de ser el hermano menor, Germán fue quien reunió una mayor variedad de habilidades, dominando el dibujo, la pintura, la cerámica y porcelana, el damasquinado, el esmalte del vidrio y la pintura sobre tapices. Esto le permitió realizar todo tipo de objetos suntuarios y participar en la decoración de numerosos salones y dependencias; en ocasiones colaboró en estas tareas con su hermano Daniel. Ejemplo de su gran calidad es que el rey Alfonso XII le regalase al embajador de Austria (la patria de su segunda esposa) una caja de hierro realizada por Germán Zuloaga.

Germán falleció en Burgos, ciudad a la que había viajado para cumplimentar un encargo, en 1886, siendo enterrado allí mismo, en una fosa común. Su muerte mereció un comentario elogioso en la prestigiosa revista La Ilustración Española.

También comenzó a hacer sus primeros encargos de decoración de tapices pintados, junto con su hermano Daniel y el pintor Alfredo Perea.